VOLVER
Artículo
The Evolution of Performance Evaluations

Evolución de las evaluaciones del rendimiento

Mouse Scroll Icon
febrero 2024

En el panorama de la dinámica empresarial, el centro de atención ha sido durante mucho tiempo la Evaluación del Desempeño, un tema que ha acaparado una mayor atención desde finales de 2019. Los debates sobre este tema han girado en torno a las inversiones tecnológicas, la separación de la compensación de las evaluaciones y una remodelación fundamental de todo el proceso de evaluación en un marco más evolutivo.

¿Por qué tanto revuelo con las evaluaciones del rendimiento?

Parece que todo el mundo, desde los líderes del sector hasta los profesionales de Recursos Humanos (RRHH), está interesado en el diálogo en torno a las evaluaciones del rendimiento. El discurso cobró impulso durante nuestra serie Galaxy of Leaders, en la que directores generales y directores de recursos humanos participaron en un exhaustivo análisis titulado, ¡No me hagas perder el tiempo con evaluaciones de rendimiento! ¿A quién le importa? Las conversaciones desvelaron diversas perspectivas sobre metodologías de evaluación, estrategias para mejorar la eficacia y el papel transformador que podría desempeñar la tecnología.

La aparición de la COVID-19 en el panorama empresarial catalizó aún más el cambio, dando paso a una nueva normalidad. Con los recortes salariales, los despidos y el cambio al trabajo a distancia, la digitalización de los sistemas de evaluación del rendimiento pasó a primer plano. Este cambio, estrechamente vinculado a los resultados financieros de la organización, impulsó a los líderes a pivotar hacia la reconversión profesional y el desarrollo de capacidades en tiempos de crisis.

La relevancia de las evaluaciones del rendimiento

Tradicionalmente, las evaluaciones del rendimiento han desempeñado un papel vital en la configuración de la cultura de una organización, sirviendo de canal para un diálogo y una conexión significativos entre los empleados y la empresa.

La alineación de las metas individuales con los objetivos empresariales fomenta la motivación y el compromiso de los empleados. A pesar de los debates sobre su eficacia, los datos estadísticos ponen de relieve su importancia.

Por ejemplo, el estudio de Gallup reveló una tasa de rotación 14,9% menor entre los empleados que recibían feedback sobre sus puntos fuertes. El 92% de los ejecutivos reconoció que el feedback negativo, cuando se emite adecuadamente, es un catalizador para la mejora del rendimiento. La correlación entre feedback, reconocimiento y aumento de la rentabilidad es evidente, lo que convierte a la evaluación del rendimiento en un eje de la productividad empresarial.

El proceso tradicional

Sin embargo, el proceso tradicional de evaluación del rendimiento no ha estado exento de detractores. Los estudios indican que 90% de las revisiones del rendimiento se perciben como dolorosas e ineficaces, y 51% de los empleados consideran que las revisiones anuales son inexactas. El proceso lleva mucho tiempo y es costoso: los directivos dedican una media de 210 horas anuales a actividades de gestión del rendimiento.

El inicio de la COVID-19 acentuó estos retos, vinculando los mecanismos de evaluación a los resultados financieros. Esta digitalización forzada provocó una reevaluación del valor de los sistemas existentes, revelando una percepción predominante que considera las evaluaciones del rendimiento meramente como valoraciones y no como herramientas de desarrollo.

Un nuevo enfoque de las evaluaciones del rendimiento

A la vista de las lagunas detectadas, está claro que la tradicional periodicidad anual o bianual de las evaluaciones de rendimiento es insuficiente. Entre los problemas cabe citar la falta de claridad en la responsabilidad de las evaluaciones, la falta de énfasis en el desarrollo, la escasa definición de los criterios de evaluación y la necesidad de reducir tiempo y costes.

En respuesta, las organizaciones están experimentando con enfoques innovadores, superando el marco convencional para crear sistemas de gestión del rendimiento más holísticos. Estos enfoques pretenden ser más evolutivos y fomentar una cultura organizativa de alto rendimiento.

Integración de la toma de decisiones

Una investigación reciente llevada a cabo por Kingsley Gate en colaboración con FT Longitude del Grupo Financial Times subraya el papel fundamental que desempeña la toma de decisiones en la contratación de directivos, su satisfacción y su éxito en general. El estudio revela ideas convincentes que las organizaciones deberían tener en cuenta a la hora de redefinir sus estrategias de evaluación del rendimiento.

Cabe destacar que 63% de los altos ejecutivos han dimitido (34%) o se han planteado dimitir (29%) de un puesto de trabajo por insatisfacción con la forma en que se tomaban las decisiones dentro de la organización.

La investigación indica una satisfacción laboral 1,4 veces mayor entre los ejecutivos que participaron en conversaciones sobre la toma de decisiones antes de iniciar sus funciones actuales, en comparación con los que no mantuvieron tales conversaciones.

A la luz de estas conclusiones, se insta a las organizaciones a que integren una evaluación de las capacidades de toma de decisiones en sus evaluaciones del rendimiento. Esto garantiza una comprensión más completa de las capacidades de un candidato, alineando los objetivos de la organización con el desarrollo individual. Al hacer hincapié en la toma de decisiones como competencia clave, las evaluaciones del rendimiento pueden desempeñar un papel crucial en la configuración de una plantilla que no sólo satisfaga las necesidades del presente, sino que también se alinee con los objetivos estratégicos del futuro.

Desvinculación de la indemnización

Un cambio radical consiste en desvincular la retribución del proceso de evaluación. Líderes de renombre sostienen que este paso permite centrarse tanto en el desarrollo organizativo como en el individual, alejándose de un énfasis singular en los ingresos.

Feedback versus Feed-Forward

Al replantearse el sistema de retroalimentación, las empresas avanzan hacia una comunicación continua y bidireccional. El paso de las evaluaciones periódicas al feedback frecuente fomenta una cultura de responsabilidad y favorece el desarrollo continuo.

El enfoque 80-20

Un concepto novedoso, el enfoque 80-20, divide los debates sobre el rendimiento en logros orientados a la tarea y el esfuerzo adicional invertido en desarrollar habilidades no relacionadas. Este enfoque es importante en el panorama actual, en el que prima la mejora de las competencias y la polivalencia.

Adoptar RRHH 4.0 para mejorar la gestión del rendimiento

La integración de RRHH 4.0, aprovechando los avances tecnológicos, garantiza un diálogo más eficiente, sincero y granular. Estos sistemas sirven como facilitadores más que como sustitutos, haciendo hincapié en la rendición de cuentas y la responsabilidad de cada individuo.

Rendición de cuentas transparente

El uso de una tabla de clasificación virtual no pretende sustituir la conexión humana, sino servir como herramienta de autorregulación para los individuos. Estos sistemas facilitan la identificación de los trabajadores que rinden más y de los que no rinden, abriendo el camino a estrategias creativas de premios e incentivos no financieros que se ajustan a las necesidades cambiantes de una plantilla diversa.

La naturaleza progresiva de la evolución del rendimiento suscita conversaciones sobre la intersección de la tecnología y la expresión personal en el lugar de trabajo. Plataformas como el "reclutamiento social" y el control de las huellas digitales durante la vida laboral plantean interrogantes sobre dónde trazar la línea. Esto suscita un diálogo crucial sobre el equilibrio entre la legalidad y los límites de la expresión individual en el ámbito digital.

Llamamiento a conversaciones progresistas

Al concluir esta exploración del panorama de la gestión del rendimiento, el tema general es el optimismo y un llamamiento a las conversaciones progresistas. La combinación colaborativa de tecnología y conocimiento humano revela un futuro en el que el compromiso, la innovación y el crecimiento de los empleados ocupan un lugar central.

Dejemos que estos debates sean los catalizadores de un futuro más progresista. El viaje hacia la reimaginación de las evaluaciones del rendimiento es un esfuerzo compartido, en el que cada parte interesada contribuye a la creación de un paradigma del rendimiento que no solo satisfaga las necesidades del presente, sino que también allane el camino hacia un futuro marcado por el crecimiento continuo y la excelencia.

En Kingsley Gate, comprendemos el papel fundamental que desempeñan los líderes en la navegación por los procesos organizativos. Al situar la toma de decisiones en el centro de todos nuestros esfuerzos, nos aseguramos de que las organizaciones cuenten con los ejecutivos adecuados para superar las incertidumbres. Con un historial de éxito en la asistencia a más de 1.700 organizaciones clientes en la contratación y la incorporación de ejecutivos con capacidad de decisión en diversos sectores, funciones y mercados, Kingsley Gate ha demostrado sistemáticamente su capacidad para identificar a líderes excepcionales que impulsan el rendimiento.

Más información sobre nuestras soluciones. Hable hoy mismo con uno de nuestros expertos.

Haga clic a continuación para acceder al documento original titulado "¿A quién le importan las evaluaciones del rendimiento?"
ES