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“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”
A modo de resumen del análisis anterior y de los continuos cambios disruptivos que afectan al mundo empresarial, proponemos las siguientes reflexiones, que nos acercan a las nuevas preguntas cuyas respuestas son la clave para tener éxito en un entorno que pasó de ser VUCA a VUCAD (con la D de Disrupción):
Según la firma Innosight, la longevidad empresarial media en Standard & Poor´s ha pasado de los 67 años en 1920 hasta los 15 años en 2016, previéndose que la vida media de una empresa será sólo de 12 años en 2027. La supervivencia de nuestras organizaciones dependerá de nuestra capacidad para responder con acierto a la necesidad de adaptarnos, desde la cultura y el liderazgo, a un entorno en continuo proceso de cambio acelerado y de constante disrupción.
¿Contamos con los líderes que cuestionen los paradigmas aparentemente intocables, que se cuestionen también a ellos mismos y que sepan rodearse de equipos capaces de afrontar estos retos?
No hay mejor momento que el actual para repensar, además de nuestra propuesta de valor, los modelos de trabajo, la cultura y los valores que los inspiran, para dar forma al liderazgo que conecta con el mejor talento que se replantea no sólo cómo desea trabajar, sino que aspira a encontrar la respuesta al porqué de su esfuerzo, a colaborar en entornos donde se respire un sentido del propósito genuino, en los que se pueda aportar desde la máxima flexibilidad y autonomía y en un ambiente de confianza, en un ámbito en el que la dimensión más humana –“human experience”- esté en el centro de la relación.
John Lennon decía que “la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”. En 2021 estábamos planificando volver a la normalidad, a nuestra “zona de confort” pero la realidad se ha impuesto y nos encontramos con la urgencia de iniciar una profunda transformación, que ya está en marcha y que evoluciona a una enorme velocidad. Transformación de nuestros modelos de negocio que impacta radicalmente en la cultura de nuestras empresas, y en nuestra manera de liderar. Liderazgo que implica una dimensión humana de la que antes hablábamos, pero a la que prestábamos poca atención real, y que ahora debemos desarrollar, porque “el talento elige”. Tenemos, sin duda, un enorme reto por delante.